El acné fúngico está causado por el crecimiento excesivo del hongo Malassezia en la flora cutánea. En cambio, el acné normal —también denominado acné vulgar— se debe, entre otros, a una infección bacteriana. Por este motivo, los tratamientos médicos de estas dos afecciones cutáneas son distintos: en el acné fúngico se emplea un antifúngico y en el acné vulgar un antibiótico.
En lo que se refiere a la apariencia, el acné fúngico y el acné normal también se suelen diferenciar bien:
Características del acné fúngico: pequeñas pústulas uniformes que no tienen nada dentro, y producen inflamación y picor intenso. Este acné se localiza sobre todo en la frente, el nacimiento del cabello, el cuero cabelludo, el pecho y la espalda. El acné fúngico rara vez aparece en el mentón, las mejillas o en la zona de la mandíbula.
Características del acné vulgar: pústulas, granos y espinillas que pueden inflamarse. Este tipo de acné aparece especialmente en la zona T, el pecho, la nuca y la espalda.