Si almacenas el perfume correctamente, prolongarás considerablemente su vida útil. Para ello, elige un lugar fresco, oscuro y seco: el perfume no debe estar expuesto al calor o a la luz del sol, ya que, de lo contrario, se evaporará.
Los grandes cambios de temperatura tampoco son recomendables, puesto que pueden provocar que la fragancia pierda su equilibrio. Si esto ocurre, el perfume olerá de una forma desagradable o incluso a rancio. Asegúrate de cerrar siempre bien el frasco para que no penetre la humedad y se protejan las valiosas moléculas de la fragancia.
¿Estás pensando en colocar tu perfume en el cuarto de baño? ¡No te lo aconsejamos! En el cuarto de baño, la humedad es alta, las temperaturas oscilan cuando te bañas o te duchas y, por lo general, hace más calor. Todo esto tiene una influencia negativa en la vida útil de tu perfume favorito.
Por eso, te recomendamos almacenar todos tus perfumes en el dormitorio, ya que suele ser mucho más fresco. La mejor forma de hacerlo es guardarlos con su propio embalaje en un armario: así estarán bien protegidos del calor y de la luz, por lo que podrás disfrutarlos durante varios años.