¿Actúa la vitamina C contra la hiperpigmentación?
Aquél que se ha derramado alguna vez zumo de limón sobre la piel durante un baño de sol y no lo ha eliminado a fondo, conoce las reacciones poco agradables de la piel: manchas persistentes, enrojecimientos y alteraciones de pigmentación pueden ser la consecuencia. Esto ha generado la mala fama injustificada de la vitamina C de provocar hiperpigmentaciones o manchas cutáneas. Pues, realmente, en caso del zumo de limón derramado, la malhechora no es la vitamina C sino el ácido cítrico.
La vitamina C provoca exactamente el efecto contrario pues inhibe la formación del colorante de la piel marrón, melanina. De esta forma puede limitar la formación de hiperpigmentaciones como manchas cutáneas o marcas de granos o espinillas como consecuencias de inflamaciones. Además de la prevención, la vitamina C también puede debilitar las hiperpigmentaciones y, de esta forma, conferir a la piel una imagen serena.
Para conseguir un efecto cosmético, ¿es suficiente ingerir vitamina C con la alimentación?
La vitamina C ingerida a través de la alimentación se distribuye regularmente por el cuerpo a través de la corriente sanguínea. Pero, como las capas cutáneas no tienen vasos sanguíneos, es obvio que la vitamina C no llega en grandes concentraciones allí donde se espera el correspondiente efecto. Con la aplicación desde fuera, estas regiones están mucho mejor abastecidas con vitamina C que por "dentro" mediante la vitamina C ingerida con la alimentación.
¿Protege la vitamina C de la radiación UV?
Aún cuando la vitamina C desarrolla un efecto fotoprotector, no ofrece una protección total frente a la radiación UVA y UVB. Si bien, los daños oxidativos producidos por la radiación UV en la piel pueden ser captados en cierta medida. La vitamina C no debería verse como protección única frente a la radiación solar, sino que más bien actúa en forma de apoyo en el contexto de un protector solar.